Cuando uno se acerca a los treinta, la tolerancia a lo “incómodo” cambia. Por muy románticas que fueran aquellas noches – en la furgoneta con el colchón finito en la parte de atrás, el baño entre los arbustos y la ducha con el agua fría del bidón…Con la edad, simplemente necesitas más.
Un inodoro cómodo, un colchón que no te destroce la espalda tras dos horas, un gran frigorífico con congelador y agua caliente, por supuesto. Suena a un apartamento de lujo en Niza… o exactamente al equipamiento de nuestra Sunlight CLIFF 4×4 con sus neumáticos offroad.
Gracias a Sunlight, en vez de realizar un roadtrip con los recursos mínimos, pudimos disfrutar del glamping, que nos corresponde por edad, ¡y todas sus ventajas!
























