
¿Qué os atrajo hacia el mar y el surf – y qué os ha mantenido allí desde entonces?
Philly: La sensación de calma que proporciona. Siempre me ha encantado sentir cómo el mar influía en mi estado de ánimo: generaba calma, claridad y presencia. Siempre me recordaba la importancia del momento presente y me daba una alegría inmensa. ¡No hay nada igual! Creo que cuando pasas mucho tiempo en el mar, o mucho tiempo en la naturaleza, aprendes a depender de ello mental y físicamente. Para mí es una liberación mental y también el lugar al que voy a jugar, surfear, hacer ejercicio. Se convierte en lo más importante de tu vida y sin el mar me siento completamente desconectada.
Alan: Crecí en la playa en Cornualles jugando en las olas, y de manera natural cogí una tabla de surf. Era divertido y me volví adicto. Luego empecé a tener patrocinadores muy joven, a competir y a tener la motivación de mejorar constantemente. No he parado desde entonces: ¡amo el surf y todo lo que lo rodea!