
Marion, como suele pasar con muchos atletas, tu vida es una montaña rusa. ¿De dónde sacas la fuerza para volver?
Marion: La motivación principal es, sin duda, que quiero pasar mi vida en las montañas. Ese es mi hábitat natural. Pero claro: después de una lesión, mi cuerpo no quiere volver a la tabla de inmediato, tengo que convencerlo con paciencia. Esta vez fue aún más aterrador porque mis ojos y mi vista estaban afectadas. Sobre todo, hay que aceptar que se tienen esos miedos. Hay que tomarse el tiempo y abrirse a la gratitud.
¿Gratitud por qué?
Marion: Por poder hacer lo que amo. No siempre se trata solo del rendimiento. Se trata de la vida. La naturaleza, las personas, este planeta.
¿Pero tú eres una de las mejores atletas del mundo?!
Marion: En invierno tengo mi plan de entrenamiento y mis objetivos. Pero si eso fuera toda mi vida… No quiero hacer solo snowboard. Quiero escalar, hacer parapente, descubrir cosas nuevas. Soy muy curiosa y siempre quiero aprender más. Y en general creo que el deporte no se trata de ganar. El deporte tiene fuerzas muy diferentes.