No-Gos – camping en invierno

5 cosas que no deberías hacer si te vas de camping en invierno
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La idea de irse de camping en invierno no es muy popular. Ni siquiera hay ganas de intentarlo. Anímate a dar una vuelta con tu vehículo en esta época del año. Es una estación con un encanto especial. Y si evitas las siguientes cosas, seguro que lo pasarás en grande.

 

Pensar que no pasa nada
Si te indican que pongas las cadenas de nieve para circular, ¡HAZLO! Además de ponerte en peligro, también te arriesgas a que te pongan una multa. Si pones en peligro a los demás usuarios de la vía, el importe aumentará. Incluso si provocas un accidente, podrías enfrentarte a cargos penales.

No ir preparado
Lo que es imprescindible tener a bordo en invierno: una pala, una escoba y una escalera, para poder quitar la nieve del techo. Y esto deberías hacerlo con regularidad y no justo antes de partir.

Tampoco te puedes olvidar de llevar una linterna frontal, una alfombra (o una esterilla de microfibra de secado rápido), que aísle el suelo y lo haga más agradable, así como guantes de trabajo resistentes, para así no estropear los guantes buenos, en caso de p.ej. tener que poner las cadenas.

Tener miedo a las corrientes de aire

No importa el frío que haga fuera y lo calentito que se esté dentro del vehículo: hay que ventilar regularmente. Sobre todo en invierno, es importante evitar la acumulación de humedad (y, por tanto, de moho). Por eso, hay que dejar que entre el aire. Como mínimo, dos veces al día hay que abrir todas las ventanas y puertas durante algunos minutos.

Para todos aquellos que no tienen garaje, recomendamos no secar las cosas en el interior del vehículo. Lo mejor es utilizar las zonas habilitadas en los campings para secar la ropa y las botas de esquí.

Subestimar el deshielo, sobreestimar la tracción

Cuando aparcas hace mucho frío y, conforme van pasando los días, llega el deshielo. Para evitar que te hundas en el barro, lo mejor es colocar los neumáticos sobre tablas de madera o placas de soporte grandes y anchas.

Cuando hay hielo en el suelo o está muy resbaladizo, arrancar puede ser todo un reto. Una ayuda a la tracción puede ser de gran utilidad, pues incluso los neumáticos de invierno con más agarre tienen un límite. Si la rueda ya no gira y, por lo tanto, las cadenas de nieve no ayudan, puedes utilizar las rampas multifuncionales o alfombrillas especiales. A veces también puede servir de ayuda tirar un poco de sal o arena, para evitar el riesgo de que tu vehículo patine. Así pues, no te olvides de llevar un poco de sal o arena.

 

No pensar en el entretenimiento

Esto seguro que te sorprenderá: en verano, las temperaturas son más altas y los días más largos. Sí, todos lo tenemos claro. Pero debes tener en cuenta que en invierno pasarás más tiempo en el interior de tu vehículo. Por eso, llévate suficientes libros y juegos, un bloc de notas (y también algo para escribir), quizás un ukelele (el saxofón mejor lo dejamos en casa) o haz una selección de podcasts o audiolibros para escuchar.

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